Iniciar un juego con los niños es sumamente simple, sólo sé un niño, comparte tus intereses de niño, tus sonrisas y sobre todo la mejor disposición para hacer lo que más les gusta a los niños ¡Jugar!
A partir de los juegos los niños aprenderán conocimientos muy significativos y perdurables. ¿Acaso no recuerdas como las niñas jugábamos a las ligas y desarrollabamos nuestra motricidad gruesa? o a los yaxes y si perdíamos, acaso ¿no practicábamos toda la tarde para hacerlo mejor?.
En el caso de los hombres tenían que demostrar sus destrezas físicas mediante los juegos y de esa manera desarrollaban notablemente su motricidad ¿acaso no se hacían mas "machos" si se caían y lo volvían a intentar?.
Si analizamos con detenimiento nuestras experiencias infantiles en el juego, ¿Acaso no se humedecen nuestros ojos cuando recordamos algún juego que compartimos con nuestros padres?; la razón es que para los niños estas experiencias son muy valiosas y a veces como padres no nos damos el tiempo para jugar con nuestros hijos, y sin pensarlo no fortalecemos nuestros vínculos afectivos y desperdiciamos la gran oportunidad de que nuestros hijos aprendan lo mejor de nosotros.
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